¿Por Qué Tengo Vértigos? La Explicación Que Nunca Te Dieron
Cómo el oído, los ojos y el cuerpo trabajan juntos para darte estabilidad… y qué ocurre cuando fallan.
5/8/20242 min read


El origen del vértigo: un problema de integración sensorial
Los vértigos no son un problema aislado del oído: son una descoordinación entre tres sistemas clave que deberían trabajar juntos para mantenerte estable.
Cuando visión, sistema vestibular y somatosensorial dejan de sincronizarse, aparece el mareo, la inestabilidad, la sensación de giro, la desorientación o la intolerancia al movimiento.
Este artículo te explica qué ocurre realmente en tu cuerpo y cómo podemos reeducar tu sistema nervioso para que vuelvas a sentir control y estabilidad.
Para mantener el equilibrio, tu cerebro necesita información clara de tres sistemas:
Visual, que aporta referencias del entorno.
Vestibular, que detecta aceleración y rotación.
Somatosensorial, que informa de la posición del cuerpo, músculos y articulaciones.
El estudio Rauchman, S.H.; Albert, J.; Pinkhasov, A.; Reiss, A.B. Mild-to-Moderate Traumatic Brain Injury: A Review with Focus on the Visual System.
Neurol. Int. 2022, 14, 453-470. https://doi.org/10.3390/neurolint14020038 muestra que cuando esta integración falla —por estrés, cervicales tensas, falta de sueño, pantallas, lesiones o problemas visuales— el cerebro deja de interpretar correctamente el movimiento.
Esto genera:
sensación de giro,
mareos al mover la cabeza,
visión borrosa,
fotofobia,
inestabilidad,
o una “niebla mental” constante.
Más del 50% de personas con vértigos o conmociones presentan alteraciones visuales o vestibulares persistentes.
La literatura científica es clara: las alteraciones visuales, vestibulares y somatosensoriales suelen aparecer juntas, especialmente tras estrés, lesiones cervicales, problemas visuales o alteraciones neurológicas leves.
Referencia: Das J. et al., “Stroboscopic Visual Training: The Potential for Clinical Application in Neurological Populations”, PLOS Digital Health, 2023.
El sistema somatosensorial: la clave olvidada en los vértigos
l sistema somatosensorial recoge información de:
músculos
articulaciones
cuello
pies
propiocepción
sensibilidad corporal
Si esta entrada llega alterada, tu cerebro no sabe realmente cómo estás colocado en el espacio.
Esto provoca:
inseguridad al caminar,
mareos al mirar hacia los lados,
sensación de flotar,
rigidez cervical,
problemas en espacios abiertos,
ansiedad por movimiento,
y dificultad para mantener la mirada estable.
Los problemas vestibulares casi siempre vienen acompañados de alteraciones somatosensoriales y visuales, no solo del oído interno.
Señales claras de que tu sistema está desregulado
Si tienes vértigos, presta atención a estos síntomas:
Visuales
sensibilidad a pantallas y luces
visión borrosa
mareos al mover los ojos
problemas siguiendo líneas o textos
Vestibulares
inestabilidad al mover la cabeza
mareos al caminar o girar
sensación de movimiento interno
Somatosensoriales
rigidez cervical
desorientación espacial
pérdida de equilibrio sin motivo
sensación de “andar sobre algodón”
Esto indica que los tres sistemas no están trabajando juntos.
